5º Y 6º aprenden a orientarse en El Berrueco
Los días 16, 17 y 18 de noviembre de 2016, l@s alumn@s de 5º y 6º pudieron disfrutar de una experiencia inolvidable, como fue una actividad de orientación por la sierra del Berrueco, donde tuvieron que salir en grupos desde lo alto de una antigua atalaya árabe, sol@s y siguiendo unas indicaciones escritas en un papel para realizar diferentes pruebas a lo largo del recorrido mientras iban descubriendo a los diferentes monitores y profesores que les observaban escondido a lo largo del camino, hasta llegar a la plaza de la iglesia, dentro del pueblo del Berrueco.
Antes de empezar la actividad, hicieron un taller relacionado con el manejo de la brúja, con información detallada sobre las partes que componen el objeto y cómo utilizarlo para seguir un rumbo y crearlo; información muy necesaria que tuvieron que poner en práctica durante el juego y que os detallamos a continuación:
Junto con el mapa, la otra herramienta esencial para la orientación en montaña es la brújula. En este aparato, el elemento fundamental es la aguja imantada, que dirige siempre hacia el Norte Magnético (NG).
¿QUÉ ELEMENTOS FORMAN LA BRÚJULA?
Pero hay otros elementos también muy importantes (fig. 8) que los detallamos para facilitar la comprensión de las operaciones que vienen a continuación. Vamos a obviar explicaciones referidas a la declinación magnética y otras cuestiones, importantes en la navegación avanzada, pero que pueden resultar excesivas para este curso básico y que apenas afectan a la orientación en nuestro ámbito y en este momento cronológico.
¿CÓMO PODEMOS HALLAR UN RUMBO EN EL MAPA y SEGUIRLO EN EL TERRENO?
Para hallar un rumbo en el mapa, que luego pueda ser seguido en el terreno, procedemos de la siguiente forma:
2. Giramos el limbo hasta que la flecha del norte (FN) coincida con el Norte del mapa (el norte del mapa es la de los bordes laterales de cada hoja, no el de la cuadrícula UTM).
3. La flecha de dirección indica en el aro del limbo el rumbo a seguir. (Fig. 9).
4. Una vez en el terreno, y manteniendo el limbo en la dirección obtenida sobre el mapa, giramos toda la brújula (no el limbo) hasta hacer coincidir la Flecha del Norte con la aguja imantada.
5. Solo queda seguir el rumbo que marca la flecha de dirección.
Se trata de la operación contraria: obtener un rumbo a través de la visual. Ese rumbo, trasladado al mapa, nos permite conocer el objetivo o el punto donde nos encontramos, si es que no lo sabemos:
1. Dirigimos la flecha de dirección hacia el punto cuyo rumbo deseamos conocer.
2. Giramos el limbo hasta hacer coincidir la F. Norte con la aguja imantada.
3. La F. Dirección marca en el limbo el rumbo al punto (fig.10)
PARA MUESTRA UN BOTÓN, POR ESO OS DEJAMOS ESTE ÁLBUM PARA QUE OS PODÁIS HACER UNA IDEA DE LO BIEN QUE SE LO PASARON Y DE LA CANTIDAD DE COSAS QUE PUDIERON VER DURANTE EL RECORRIDO.
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