DÍA DEL LIBRO 4ºA
DON QUIJOTE Y SANCHO PANZA EN EL
FONDO DEL MAR
Mirando,
mirando, se encontraron con un maravilloso y antiguo libro colocado en la
última estantería del último pasillo de la biblioteca.

acabaron dentro del libro…!

De repente,
Rocinante y Rucio aparecieron en su busca pero convertidos en caballitos de
mar.
-¿Dónde
estamos?- dijo Sancho asustado.
- Amigo
Sancho, seguro no estoy, pero esto tiene toda la pinta de ser el fondo del mar-
contestó Don Quijote.
De pronto,
por allí pasaron Bob Esponja y Patricio, que al verles dijeron sorprendidos:
-“¡Han venido turistas!”
-“¡Han venido turistas!”
-En el
Crustáceo crujiente- contestó en seguida Bob Esponja.
-¡Hay unas
hamburguesas exquisitas…!- afirmó Patricio.
Y los cuatro
se dirigieron al Crustáceo crujiente a devorar hamburguesas.
Mientras
comían, Bob Esponja y Patricio les contaron que para volver a la Tierra,
concretamente a la Mancha, tenían que ir a visitar al Dios del mar, POSEIDÓN.
Él era el único que podía ayudarles…
Decididos y
con la tripa llena tomaron rumbo al palacio de Poseidón.

- -¿Qué
desean ustedes de mi persona?- Les preguntó Poseidón.
- -Señor,
permítame que nos presentemos, yo soy Don Quijote de la Mancha y vengo
acompañado de mi escudero y amigo, Sancho Panza.
Llegamos al fondo del mar a través de un libro que encontramos en la
biblioteca y no sabemos cómo volver.
Unos buenos amigos que hemos encontrado al llegar, nos han dicho que
usted podría ayudarnos a volver a nuestra casa.
Le estaríamos muy agradecidos si es usted tan amable de indicarnos el
camino de vuelta.
- - ¿Y
qué conseguiría yo a cambio?- dijo Poseidón
- - Lo
que usted nos pida y esté a nuestro alcance, le daremos sin dudarlo.

Después de unos minutos pensando, Poseidón les pidió un favor a cambio: “Tendrían que ir a rescatar a su hija, la sirena Dulcinea, que estaba secuestrada por un gran Pulpo malillo llamado Kraken.”
Don Quijote
y Sancho Panza accedieron a la petición de Poseidón y se encaminaron hacia la
cueva donde vivía el pulpo Kraken.
Por el camino,
Don Quijote iba pensando cómo lograr rescatar a Dulcinea, pero todo lo que se
le ocurría, a Sancho le parecía una locura: Disfrazase de pulpos para no hacer
sospechar a Kraken y entrar en su guarida, cantarle una nana para que se
durmiera y aprovechar para rescatar a Dulcinea, contarle unos chistes para que
al reírse se le enredaran los tentáculos y no pudiera cogerles, y miles más...
Después de mucho pensar y darle muchas vueltas decidieron engañar al gran pulpo gigante mandándole un whatsapp y contándole que estaba invitado a una “macrofiesta de pulpos” que se había organizado en el Crustáceo crujiente y a la que irían pulpos de todas las partes del océano.

Y dicho y
hecho, Don Quijote y Sancho Panza lograron engañar a Kraken y cuando le vieron
salir muy arregladito, con chaqueta y corbata, de su cueva, aprovecharon para
entrar y rescatar a la sirenita Dulcinea.

“Dulcinea,
Dulcinea,
dónde va
usted tan hermosa…
A la era
verdadera,
pin pan pun
fuera.”
Contra todo
pronóstico, Dulcinea cayó rendida a los pies de Don Quijote y los dos se
enamoraron sin remedio.
Cuando
llegaron al palacio de Poseidón, éste muy agradecido a Don Quijote y Sancho
Panza por haber rescatado a su querida hija Dulcinea, cumplió su promesa de
ayudarles a volver a la Mancha. Y al ver que Dulcinea estaba perdidamente
enamorada de aquel turista terrestre, aceptó que su hija viajara con ellos en
forma de mujer.
Para ello,
tenían que cerrar los ojos y contar hasta 5, mientras Poseidón con sus poderes
les devolvería a su hogar.
1, 2, 3, 4 y
5… Cuando Don Quijote abrió los ojos, vio que estaba tumbado a la sombra de un
árbol al lado de un pozo. Junto a él dormía plácidamente Sancho, pero no había
rastro de la bella Dulcinea.
-¿Qué ocurre
mi señor?- preguntó Sancho asustado.
-Ya estamos
en casa, pero no encuentro a mi querida Dulcinea- le dijo Don Quijote.
-¿Dulcinea?
¿En casa?- preguntó sin comprender Sancho.
-Sí, hemos
llegado de los fondos del mar sanos y salvos. Poseidón ha cumplido con su
palabra- Contó Don Quijote.
-Pero… ¿qué
es lo que dice señor? No le entiendo.- Contestó Sancho
- ¿No
venimos del fondo del mar?- Preguntó Don Quijote entristecido al ver la cara de
confusión de su escudero.
-Señor, debe
haber sido un sueño de los suyos, lo siento mucho.
Y Don
Quijote quedó pensativo y con una expresión de tristeza en su rostro que
delataba lo decepcionado que se sentía al ver que esa estupenda aventura en el
fondo del mar, solo hubiese pasado en su imaginación.
FIN
No os lo había dicho pero me gustó mucho la historia cuando la escuché, el día del Libro y ahora que la he releído también. Os felicito por el texto que habéis escrito . D. Quijote en este ambiente tan diferente a su Mancha , sigue siendo tan imaginativo y Sancho tan realista como los creó Cervantes .
ResponderEliminar